La Selección Nacional de Bolivia se juega esta tarde, a las 18:00 horas (hora local), una de sus últimas cartas para alcanzar el repechaje de las Eliminatorias mundialistas. El escenario será la calurosa ciudad de Maturín, un reducto que se ha mostrado inexpugnable para los equipos visitantes a nivel de selecciones, lo que añade un extra de dificultad al ya trascendental encuentro.

El partido adquiere tintes de “final” para ambas selecciones, ya que Venezuela y Bolivia pugnan directamente por la séptima plaza, la cual otorga el derecho a disputar la repesca intercontinental. Con Argentina ya clasificada al Mundial con 31 puntos, el resto de los equipos sudamericanos se baten por las cinco plazas directas restantes. Actualmente, la Vinotinto ostenta 15 unidades, solo una más que la Verde, que suma 14, lo que convierte este duelo en un enfrentamiento directo por ese ansiado cupo.

La tensión pre-partido se ha elevado. El volante ofensivo venezolano Telasco Segovia calificó el encuentro como una “final” y generó polémica al declarar que “pisarán la cabeza” a los jugadores bolivianos.

Sin embargo, desde el bando boliviano, el seleccionador nacional, Óscar Villegas, ha buscado rebajar la euforia y el dramatismo. Antes de la partida del equipo desde Santa Cruz, Villegas manifestó que en la Verde no se manejan discursos de “pisar la cabeza” ni de “matar o morir”. “Vamos partido a partido y si al final de este cotejo existe la posibilidad de clasificar al Mundial lo haremos. Estamos con un rival directo (Venezuela), le hemos ganado bien en La Paz y pese a la ausencia de Ramiro Vaca espero que seamos eficientes, que se sepa defender, que se pueda tener esa decisión para hacer daño”, afirmó el estratega, enfatizando la necesidad de concentración y efectividad en un duelo tan decisivo.

La ausencia de Ramiro Vaca es una baja sensible para el equipo boliviano, pero la confianza en la capacidad de respuesta y el planteamiento táctico de Villegas se mantienen. La Verde buscará plasmar en la cancha lo trabajado, con la esperanza de dar el zarpazo que la acerque al sueño mundialista.